domingo, 19 de febrero de 2012

FRANCISCO Y LAS TÓRTOLAS

Cierto muchacho había apresado un día muchas tórtolas y las llevaba a vender. Se encontró con él San Francisco, que sentía especial ternura por los animales mansos, y mirando las tórtolas con ojos compasivos, dijo al muchacho:
- ¡Oye, buen muchacho; dame, por favor, esas aves tan inocentes, que en la Sagrada Escritura representan a las almas castas, humildes y fieles, para que no vengan a parar en manos crueles q ue les den muerte!
El muchacho, impulsado por Dios, le dio al punto todas a San Francisco, y él las recibió en el seno y comenzó a hablar con ellas dulcemente:
- ¡Oh hermanas mías tórtolas, sencillas, inocentes y castas! ¿Por qué os habéis dejado coger? Yo quiero ahora libraros de la muerte, y os haré nidos para que os multipliquéis y deis fruto, conforme al mandato de vuestro Creador.
Y San Francisco les hizo nido a todas. Ellas se domesticaron, y vivían y alternaban familiarmente con San Francisco y los demás hermanos como si fueran gallinas alimentadas siempre por ellos. Y no se marcharon hasta que San Francisco les dio licencia para irse con su bendición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.